

Por: Nancy Gramigna
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) logró identificar los restos de un joven de 16 años llamado Diego, cuyo cuerpo fue hallado el pasado 20 de mayo enterrado en una fosa poco profunda —de unos 60 cm— en un terreno lindero a la casona donde vivió Gustavo Cerati, ubicada en Av. Congreso al 3700, barrio de Coghlan, Ciudad de Buenos Aires .
Durante una obra en el terreno contiguo, una excavación provocó el desplome de una medianera que dejó al descubierto fragmentos óseos. Los peritos recolectaron 151 fragmentos en sobres de madera, junto a objetos personales como un reloj Casio con calculadora, corbatín escolar, suela de zapato, moneda japonesa de 5 yenes, llave y llavero naranja .
El análisis forense determinó que correspondían a un adolescente masculino de entre 15 y 19 años, con signos de muerte violenta: una puñalada en la cuarta costilla y cortes en el fémur izquierdo vetando intentos de desmembramiento .
Con la hipótesis avanzada, un familiar se contactó con la justicia al reconocer coincidencias con la desaparición de su tío Diego en 1984. Un cotejo de ADN con la madre posibilitó la confirmación definitiva de su identidad .
El joven desapareció el 26 de julio de 1984, mientras vestía uniforme escolar y se dirigía a casa de un amigo en Belgrano. Su familia denunció su ausencia ese mismo día, pero la denuncia fue desestimada por la Policía bajo la hipótesis de "fuga de hogar" .
La investigación, bajo la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N.º 61, a cargo del fiscal Martín López Perrando, avanza ahora con la hipótesis de homicidio. Se espera convocar a declarar a antiguos ocupantes de la propiedad y determinar si existió alguna relación con el joven .
Aunque el crimen podría haber prescripto, el hallazgo termina con más de 40 años de incertidumbre para la familia y reaviva casos de menores desaparecidos que aún no fueron esclarecidos .