

Por: Nancy Gramigna
Cada 22 de agosto se celebra en Argentina el Día del Folclore Nacional, en homenaje al nacimiento de Juan Bautista Ambrosetti, pionero en la investigación y preservación de la cultura y tradiciones populares argentinas. Ese mismo día se conmemora el Día del Folclore Mundial, declarado por la UNESCO en 1960 para recordar la primera vez que se utilizó el término “folclore” en 1846 por William John Thoms, reconociendo así las expresiones culturales y tradiciones de todo el mundo.
En este marco, se destaca a Carlos López, un artista que desde su infancia vive con la música y ha dejado una huella imborrable en la comunidad.
Carlos nació en Villa Gesell y descubrió su pasión por el folclore a los 6 o 7 años. En 1985 llegó por primera vez a Maipú, en medio de un temporal que dejó calles con ramas caídas y cortes de luz. Ese día se acercó a la Escuela Nº1, donde se celebraba una de las primeras Fiestas de la Música, y escuchó al grupo local Jaguareté, su primer contacto con la vida musical de la ciudad.
Ya afincado en Maipú, Carlos compartió música y amistades con músicos locales como Carlitos Suárez, Tira Palavecino, Juan Escenarro, Fabián Maya, Jorge Molina y Jorge Ábalos, participando en guitarreadas y encuentros que fortalecieron la identidad cultural de la comunidad.
En 1999, junto a Jorge Ábalos y Roberto “Tope” Uría, fundó el grupo Las Voces del Viento:
Carlos López: barítono y guitarra, voz principal hacia tonos graves.
Jorge Ábalos: tercera voz (tenor alto) y bombo.
Roberto “Tope” Uría: voz más grave y acompañamiento en guitarra.
Su primera presentación oficial fue en Santo Domingo, marcando el inicio de un recorrido que los llevaría a peñas, festivales y espectáculos regionales. En 2000, se sumó Laureano Blanes, muy joven, completando la formación definitiva del grupo.
A lo largo de los años, las directoras de Cultura locales —Teresita Marino, Mercedes Togni y Amalia Otero— lo convocaron y acompañaron, tanto a él como al grupo, llevándolo a participar en los distintos espectáculos que se realizaban en Maipú y alrededores, fortaleciendo la proyección artística del grupo y su vínculo con la comunidad.
En 2010, el grupo Las Voces del Viento se disolvió tras el fallecimiento de Roberto “Tope” Uría, pero Carlos López mantuvo la misma pasión por la música. Hoy cuenta con algunos proyectos por cumplir y aún conserva su compromiso y el mismo amor por el folclore que lo acompaño toda la vida
En el Día del Folclore Nacional y Mundial, se destaca su trayectoria y aporte a la música folclorica en Maipú.
REPORTAJE DE ALDANA ARRECHEA