

Por: Nancy Gramigna
En una entrevista radial, las psicoanalistas Marilda Torres y Karina Santamaría reflexionaron sobre los trastornos alimentarios y los múltiples factores que inciden en su aparición. Subrayaron que los ideales de belleza impuestos socialmente, como el famoso “90-60-90” en los años 90 o los modelos actuales difundidos en redes sociales, ejercen presión sobre niños y adolescentes, pero que no son en sí mismos los desencadenantes de la enfermedad.
“El problema no está en lo genético, sino en cómo cada sujeto se constituye en relación con los otros”, explicaron. Desde el psicoanálisis, destacaron que controlar la conducta —vigilar que un paciente no vomite, por ejemplo— puede funcionar en lo inmediato, pero no resuelve la conflictiva de fondo: la percepción distorsionada del cuerpo, la autoestima y el sufrimiento psíquico.
En este sentido, remarcaron que los tratamientos más efectivos son aquellos de carácter interdisciplinario, donde intervienen psicólogos, psiquiatras, nutricionistas y también la familia. “No se trata solo de hablar, porque el cuerpo está comprometido. Es fundamental que haya un seguimiento médico y nutricional”, señalaron.
Uno de los puntos centrales de la conversación fue el poder de la palabra. Comentarios que parecen triviales —como decirle a una adolescente que tiene “piernas grandes”— pueden tener un impacto profundo y convertirse en el disparador de un trastorno alimentario. Por eso, insistieron en la importancia de que los adultos sean conscientes del efecto que generan sus dichos en la infancia y la adolescencia.
Asimismo, las especialistas advirtieron sobre los riesgos de las redes sociales y los consejos de influencers sin formación, que promueven dietas extremas o suplementos sin respaldo médico. “La presencia de un adulto saludable que filtre, pregunte y acompañe es clave”, remarcaron.
Finalmente, valoraron el trabajo en las escuelas y los espacios de diálogo, que permiten visibilizar y desnaturalizar estas problemáticas. “Hace 20 años esto era tabú. Hoy los chicos lo traen, lo trabajan y eso ya es un avance enorme”, concluyeron.