Por: Nancy Gramigna
El Jardín de Infantes Primavera celebró este jueves el cierre anual del proyecto de murga Quitapenas, una propuesta que nació después de las vacaciones de invierno y que rápidamente conquistó a niños, docentes y familias.
El taller, coordinado por las docentes del turno mañana junto a Guadalupe Escudero y con el acompañamiento de Maricel Mora, se dictó todos los lunes y se convirtió en uno de los momentos más esperados por los chicos.
La murga tomó su nombre tras una votación, inspirada en la leyenda del “Quitapenas”, donde los niños entregan sus preocupaciones a un muñeco y recuperan la alegría. Los colores elegidos —naranja, azul y blanco— representan valores como la bondad, la pureza, el compañerismo y la alegría que caracteriza al grupo.
La preparación involucró a toda la comunidad educativa: cada familia confeccionó los trajes y galeras respetando la paleta de colores, y el entusiasmo creció semana tras semana. “Cada lunes los nenes esperaban el taller. Golpeaban las mesas, bailaban, ya querían empezar”, contaron las docentes Paola Lamarque y Karina Tisnes, emocionadas por el resultado.
El cierre se realizó en la calle, con un gran acompañamiento de las familias, el personal del jardín y vecinos que se acercaron a ver a los pequeños murgueros desfilar y bailar.
Las docentes destacaron el compromiso de todo el equipo institucional. “Sin el apoyo de todos, esto no sería posible”, afirmaron.
La presentación dejó abierta la puerta a continuar la murga durante el próximo ciclo lectivo e incluso soñar con participar de eventos futuros. “La idea es seguir creciendo y que la murga tenga cada vez más brillo”, remarcaron.