Por: Nancy Gramigna
Estudiantes de La Plata le ganó a Platense la Copa de Campeones que se disputó el sábado en San Nicolás. El equipo de Vicente López, campeón del Torneo Apertura, tras un primer tiempo de desarrollo trabado, pudo ponerse en ventaja por intermedio de Zapiola, promediando el segundo tiempo.
Todo parecía asunto terminado, pero si hay algo que caracteriza al equipo platense, flamante campeón del Torneo Clausura, es luchar hasta el final. Faltando diez minutos para el cierre del partido, Lucas Alario convirtió de cabeza y puso el empate. Este gol sirvió de envión anímico para los dirigidos por Eduardo Domínguez, que al minuto 90 y por medio del mismo jugador, tras un córner, lograron marcar y dar vuelta el resultado.
Así fue como Estudiantes se coronó como el mejor equipo del año del fútbol de Primera División. El León supo jugar los partidos decisivos y, fiel a su estilo, con el corazón en la mano y orden, apoyado en su emblema Santiago Ascacíbar y en su figura Edwin Cetré, entregó todo por el escudo y su gente, logrando una nueva consagración.