Por: Nancy Gramigna

En una charla distendida y profunda realizada por Matías Aspitia en su columna Tiempo de Deporte, dentro del programa radial Magazine 30 con María Rosa Morete, el atleta maipuense Tomás “Tommy” Olivera repasó su presente deportivo tras consagrarse campeón panamericano U23 en Asunción, Paraguay, y compartió detalles de su camino en el atletismo de alto rendimiento.

Olivera, especialista en lanzamiento de martillo y representante del club Once Unidos, atraviesa actualmente una exigente pretemporada de cara a un calendario 2026 cargado de competencias. En ese contexto, destacó la importancia del trabajo planificado junto a su entrenador Julio Piñeiro, con quien entrena desde 2021, y remarcó el valor de la confianza mutua, el conocimiento del cuerpo y la prevención de lesiones.

Durante la entrevista, el atleta recordó sus primeros logros, los momentos clave que impulsaron su crecimiento deportivo y un después en su carrera y la emoción de sus primeras medallas, en contraste con la fuerte exposición mediática que vivió en el último Panamericano. “Después de ganar una medalla, al otro día la vida sigue normal”, expresó, reflejando la realidad cotidiana de muchos atletas que compiten al máximo nivel en deportes amateurs.
Tommy también hizo hincapié en el rol fundamental de su familia, especialmente de sus padres, a quienes definió como sus principales sostenes emocionales y afectivos. Las imágenes y relatos del acompañamiento familiar durante la competencia en Paraguay dieron cuenta de un vínculo profundo que atraviesa todo su recorrido deportivo.

Consultado sobre el costado mental de la competencia, Olivera explicó la importancia de la visualización, la fortaleza psicológica y la estrategia, incluso en situaciones límites como la vivida durante la final panamericana, donde debió adaptarse a imprevistos con el equipamiento y tomar decisiones clave en segundos decisivos.

Además, se refirió al futuro inmediato y a los grandes objetivos que se avecinan: la clasificación asegurada a los próximos Juegos Panamericanos adultos en Lima y la mirada puesta, a largo plazo, en el Mundial de Atletismo 2027. En el camino, destacó el valor de compartir competencias y experiencias con referentes del deporte nacional e internacional, muchos de ellos admirados desde su infancia.

En un tramo final de la charla, Olivera reflexionó sobre el deporte como herramienta de formación, transmisión de valores y contención social. De manera serena, señaló la importancia de seguir fortaleciendo políticas deportivas que acompañen a los atletas en su desarrollo, entendiendo al deporte como una inversión a largo plazo, más allá de los resultados inmediatos.

Con humildad y convicción, el campeón panamericano dejó un mensaje claro: el talento es importante, pero sin disciplina, constancia y pasión, no alcanza. Un ejemplo cercano, silencioso y potente que vuelve a poner a Maipú en lo más alto del atletismo continental.

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