

Por: Nancy Gramigna
“Enciende un Sueño” nació desde el dolor y la empatía. Marta Ponce y Marina Corbalán pusieron en marcha este ropero comunitario luego de conocer la situación de una familia que, en plena crisis, sobrevivía recolectando en la basura. Así comenzó una cadena solidaria que hoy alcanza a más de 50 familias de Maipú y zonas cercanas.
El proyecto creció con la ayuda de sus familiares y vecinos, y con el impulso de las redes sociales. Si bien comenzó recolectando ropa, hoy también entregan alimentos, útiles escolares, calzado, frazadas, muebles y hasta artículos de cocina como ollas o estufas. Marta, incansable, lava y arregla cada prenda con dedicación, y Marina organiza la entrega y comunicación. “La ropa llega impecable, como nueva”, dicen quienes reciben la ayuda.
A lo largo del año realizan ferias gratuitas en Plaza Alvarado, aunque durante el invierno se suspenden por las bajas temperaturas. Mientras tanto, las entregas continúan de forma personalizada. La gente se comunica por mensaje privado, y si el ropero tiene lo que necesitan, se entrega sin pedir nada a cambio. “No juzgamos, no preguntamos. Si tenemos, ayudamos”, afirma Marina.
El impacto del proyecto traspasó los límites de Maipú: colaboran personas de General Guido, Labardén. También lograron llegar al gobernador Axel Kicillof con una carta escrita a mano. Días después, un camión llegó a la casa de Marta con frazadas, ropa y alimentos. “Fue muy emocionante”, recuerdan.
Desde Enciende un Sueño invitan a seguir colaborando, pero también a confiar: “Nos dicen que les cuesta desprenderse de cosas con valor emocional, pero lo hacen porque saben que acá la ayuda llega directo a quienes lo necesitan”.
En tiempos difíciles, Marta y Marina no solo entregan abrigo, también encienden esperanzas.